Un folleto contiene información breve impresa en un papel, tiene un máximo de 24 hojas y frecuentemente es muy usado por empresas como instrumento publicitario.
La mayor parte de ocasiones son entregados a mano o colocados en lugares estratégicos donde los usuarios puedan tomarlos.
Este medio existe desde hace mucho tiempo atrás, donde no constaban de la cantidad actual de hojas, sino de 1 sola hoja impresa por ambos lados hay muchas variaciones, pero la más común son: los trípticos o dípticos.
Los folletos pueden ser usados para diferentes fines, no solo para vender un producto.
Por ejemplo, una veterinaria puede entregar donde adoptar mascotas esto como una campaña de conciencia animal y promover buenos hábitos en las personas.
El diseño de un folleto es elaborado por gráficos especialistas que le darán la forma correcta ya que manejan técnicas graficas que les permiten que todo se ajuste al tamaño de los folletos, de acuerdo a las necesidades del cliente además de la preparación necesaria para luego llevar a impresión normalmente en Offset.
Suelen ser muy llamativos, puesto que manejan títulos atractivos e imagines o fotografías. También se emplean para expresar elementos académicos o científicos, como por ejemplo un folleto que indique cómo prevenir el contagio de ciertas enfermedades.
Es importante evitar el exceso de texto. Tomando en cuenta que el diseño puede ser muy atractivo, si tiene mucho texto puede resultar cansado y obstaculizar la lectura.
Un folleto se identifica por ofrecer información concreta. En algunas ocasiones los temas son bastantes extensos, la idea es que se pueda transmitir de forma simplificada y directa, debido a que la finalidad del folleto está pensada que sea de lectura rápida.